¿CÓMO COCINARLA?

• Una olla grande con bordes altos es la opción ideal. Los utensilios que se usen para cocinar la pasta son muy importantes, para que ésta pueda moverse con libertad y no quede pegada.

• Cocinar en suficiente agua: Una vez que ésta esté hirviendo, debemos añadir, por persona, ¼ libra de pasta, un litro de agua y una cuchara de sal. No hace falta añadir aceite o mantequilla al cocinar la pasta.

• Debemos remover la pasta durante la cocción para que no se pegue y probarla para asegurarnos que quede al dente. El tiempo de cocción de la pasta suele oscilar entre 8 ó 10 minutos, aunque en algunos casos asciende a más de 11 minutos, dependiendo del corte de la pasta. Por eso es importante seguir las indicaciones del paquete.

• Tras su cocción, aconsejamos no dejar la pasta reposar, ni añadir agua fría. Simplemente, se ha de escurrir y guardar un poco de agua caliente para añadir a la salsa y remover.

¿CÓMO PREPARARLA?

• La salsa siempre debe esperar a la pasta, debemos prepararla antes de que la pasta esté cocinada para añadirla y mezclarla al fuego antes de servir para que coja el gusto y quede bien fusionada.

• No debemos mezclar demasiados ingredientes al preparar pasta, añadirle un máximo de 5 a 8 ingredientes para conservar el sabor y que los sabores queden limpios.

• Casi todas las salsas combinan bien con cualquier corte de pasta, pero hay combinaciones ideales. Las pastas largas van muy bien con salsas elaboradas a base de pescado o simplemente con una salsa sencilla de tomate. Las pastas cortas son muy adecuadas para ingredientes o condimentos de verduras o carne. El macarrón se combina muy bien con salsas cremosas. No nos podemos olvidar de algunas combinaciones que nunca fallan como los espaguetis con salsa boloñesa o los macarrones con una clásica salsa de tomate.

• Además, es importante cómo cortar los ingredientes: corte en juliana y alargado para pastas largas y en dados para pasta corta.

¿CÓMO CONSUMIRLA?

• Es mejor no utilizar la cuchara para comer espaguetis y tampoco cortarlos, pero padres e hijos pueden hacer una excepción para facilitar su consumo. La forma ideal para comerlos es utilizando un tenedor, separando un montoncito de espagueti y enrollándolos para que sean más fácil de ingerir.

• El queso rallado va mejor con algunos tipos de salsa, por ejemplo, en salsas de verduras o carne. ‍